En el siglo XVIII y XIX era frecuente escupir en el suelo ya que no existían los pañuelos desechables y las medidas higiénicas no eran las deseables. A finales de s. XIX como forma de prevenir la tuberculosis producida por el bacilo de Koch, Las autoridades sanitarias recomendaron la utilización de escupideras en lugares públicos así como la prohibición de escupir en el suelo. Se fabricaron escupideras en metal, en cristal y en loza. En valencia, cuna de la cerámica en su población de Manises, se fabricaron gran número de ellas desarrollando los artistas verdaderas obras de arte, según su imaginación y gusto. Se colocaban en sitios públicos como sanatorios clínicas, notarias… y en las entradas de las casas adineradas y burguesas de la época.
En estas vasijas se colocaba lejía y la mayoría de ellas tenían un orificio pequeño lateral que servía para su limpieza.
En ocasiones incluso se hacían muebles para acoplarlas y en otras ocasiones como veremos en algunas fotografías se combinaban con otras piezas de cerámica con las que hacían juego como eran los paragüeros o bastoneros en las entrada de las casas.
D. José Royo Vilar, que fue el primer presidente del museo de cerámica de Manises, eminente ceramista y pintor en especial en el estilo de acuarela y en poligrabados ha contribuido a catalogar y describir algunas de ellas.
Hay de varios estilos como el estilo árabe, con policromados dorados y también algunas al estilo de la cerámica de talavera. Las escupideras levan en el reverso un número que es indicativo como la firma de la fábrica o el ceramista que la ha realizado.
Con esta colección podemos descubrir el inmenso arte de los ceramistas valencianos que hacían hermoso un objeto que podía provocar el rechazo de la gente.
La hermosura de los grabados, de los policromados para lo que era necesario, no solo el realizar la pieza de cerámica y pintarla, sino que requería varias hornadas para realización definitiva. Así que con esto hacemos un homenaje a parte de nuestra historia del siglo XIX y principios del XX.
Estos objetos han servido en la época actual de inspiración para obras artísticas de ceramistas actuales y para la realización de otros utensilios como han sido, ceniceros, bebederos, piezas de tocador.
En la actualidad la utilización de las escupideras se ve reducida a las clínicas dentales y en la cata de vinos.